¿Quién no ha pensado esto alguna vez?
El negro no entiende de estaciones, ni distingue entre el día y la noche. Es por eso, que forma parte de nuestro fondo de armario.
Resulta curiosa la percepción que tenemos sobre el negro. No es un color, pero aunque no lo sea lo apreciamos como tal. Es la ausencia de todos los colores. Dependiendo de los ojos que lo miren, puede despertar una gran diversidad de sentimientos, la mayoría de ellos relacionados con estilos clásicos y modernos al mismo tiempo.
Desprende elegancia, sobriedad y sofisticación.
Reduce la sensación de vulnerabilidad, sirve como protector y permite permanecer en el anonimato. De forma inconsciente nos transmite confianza y seguridad. Por este motivo, la gran mayoría de veces nos decantamos por llevar complementos en negro.
¡No falla!